La
sociedad consumista
Mariana
Celina López Franco
El comportamiento del
consumidor es el que describe cómo los individuos o grupos en la sociedad
seleccionan los productos, los compran, utilizan o disponen de ellos, así como describe las necesidades
que motivan estos comportamientos.
Se considera a los
consumidores como la audiencia para el proceso de comunicación ya que si a una
persona le gusta un producto, por ejemplo, puede hacerle propaganda hablada y con
esto se busca dar un mayor alcance de cómo esta respuesta del consumidor da un
mensaje y afecta la toma de decisiones de los demás acerca del producto, a
todos nos ha pasado que tomamos en cuenta las opiniones de personas cercanas
que ya han probado cierto producto y te dicen si para ellos es bueno o es malo,
esto te da impulso para comenzar a ser parte de la audiencia del consumidor, o
no serlo. Normalmente creemos que nosotros como seres humanos somos los únicos
responsables al tomar nuestras decisiones en todo aunque en realidad, de lo más
básico a lo más complejo, nos llegan ciertas actitudes ajenas a las nuestras
que nos hacen pensar y actuar de cierta manera, muchos factores afectan la
forma en que un individuo toma las decisiones sobre un producto en respuesta a
un mensaje publicitario. La cultura está conformada de artículos tangibles como
el arte, la literatura, los edificios,
muebles, la manera de vestir y la música, y los conceptos intangibles como la
historia, el conocimiento, las leyes, la moral y las costumbres, definen juntos
a un grupo de personas o una forma de vida. La cultura se aprende y se
transmite de una generación a la siguiente y los límites que cada una que establece para el comportamiento se llaman
normas, la cultura y la sociedad donde se es criado afectan los
valores y opiniones de cada quien, a estos grupos que nos
llenan de influencia se les llama grupos de referencia y los principales son el
ambiente familiar y de amigos, ya que son los más cercanos a nosotros. La
religión también influye en la manera que nosotros somos criados, las
prioridades que tomamos y la forma en la que nos comportamos y damos uso a
ciertos productos.
Incluso la región, la zona
en la que vivimos nos da cierto estereotipo, si vivimos en una ciudad
probablemente compraremos zapatillas, ropa de moda etc. Sin embargo, si vivimos
en una ranchería lo más adecuado sería comprar botas vaqueras que no se hundan
en el suelo, ropa cómoda para poder cabalgar y realizar actividades “pesadas”.
Si vivimos en un lugar caluroso encontraremos a nuestro alrededor muchas
tiendas con productos como bloqueador solar, sandalias, y tiendas de ropa que
sirva para no pasar tanto calor. Y lo mismo para el frío, las actividades como
esquiar, hacer muñecos de nieve y comprar cosas que nos sirvan para salir de
casa y no pasar frío van a ser las más adquiridas.
Sería ilógico vivir en un
lugar caluroso y comprar ropa de invierno, o viceversa.
Consumidores
Los consumidores son
personas que compran o en su defecto sólo utilizan productos para satisfacer
sus necesidades que son las fuerzas impulsoras básicas que motivan a la gente a
hacer algo, cada persona tiene su propio conjunto de necesidades únicas, las
necesidades básicas (fisiológicas) se consideran como principales ya que para
hacer cualquier cosa debemos sentirnos bien, esto se logra cumpliendo con horas
de descanso, alimentación, aseo, etc. Abraham Maslow llamó a todas las necesidades secundarias
sociales, egoístas y de auto-realización porque aunque no son primordiales
también juegan un rol importante en la vida del ser humano para sentirse seguro
y aceptado por la sociedad. Siempre buscaremos sentirnos protegidos con un
trabajo que pueda proporcionarnos dinero suficiente para tener una vivienda,
comprar ropa que nos cubra del frío, pero aún con las mejores intenciones
caemos en lo que es la aceptación y, aunque el suéter que compremos sea el más
calentito del mundo parece que si no es de buena marca no nos va a servir, nos
sucede la mayor parte del tiempo y a veces lo hacemos de manera inconsciente y
volviéndonos dependientes de una marca, nos hacemos clientes de ella y, aunque
el producto no sea necesario lo queremos y creemos “necesitarlo” para demostrar
que tenemos un estilo de vida que permite darnos lujos etc. Al no sentirnos
aceptados por la sociedad o simplemente tristes, deprimidos, enojados, felices,
etc caemos en un gancho de la mercadotecnia que quiere vendernos felicidad. El
estado de ánimo entra en influencias psicológicas que motivan a las personas a
comprar o adquirir algún producto.
Pocas son las familias que
conozco y consumen alimentos de su propia cosecha creyendo que no son
compradores como los demás, pero en realidad siguen adquiriendo otros tipos de
productos que pueden ayudarles a realizar cierta actividad como los
fertilizantes, redes, canastas etc. Para que sus cosechas estén limpias y bien
hechas.
En pocas palabras, existen
demasiados factores que influyen en nuestras decisiones al hacer compras, somos
una sociedad consumista, ¿por qué compramos? Porque lo necesitamos, por gusto,
por intentar llenar algún vacío.
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