lunes, 1 de abril de 2013

Publicidad Subliminal ¿Realmente afecta la moral y el comportamiento?

Año tras año las empresas han ido creciendo de una manera constante, buscando extender la llegada de sus productos hasta los más lejanos rincones. Durante toda esta búsqueda han encontrado diferentes estrategias para lograr su objetivo; pero el mensaje subliminal es una estrategia que personalmente considero realmente interesante, ya que a lo largo de la historia se ha demostrado que tiene un gran peso en la sociedad y puede llegar a manipular las actitudes de los individuos.

Antes que nada me gustaría definir a la publicidad como una forma de comunicación comercial que intenta persuadir a la sociedad para consumir el producto o el servicio anunciado, a través de los medios de comunicación.

Derivada de esta definición, podríamos entender a la publicidad subliminal, como la comunicación comercial que persuade a la gente a consumir un servicio, pero dando a conocer la información a su subconsciente y no a la persona en sí. Es decir, la persona no será capaz de ver conscientemente ciertos aspectos de la propaganda, sin embargo su subconsciente descifrara estos datos, logrando crear una necesidad relacionada directa o indirectamente con el producto promocionado.


El nacimiento de la publicidad subliminal se remonta al año 1957, cuando el especialista en investigación de mercados James Vicary introdujo las frases “Eat Popcorn” (Come palomitas) y “Drink Coca-Cola” (Bebe Coca-Cola) en el metraje de una película, su duración era la suficientemente larga para que el espectador las leyera de manera inconsciente, pero demasiado breve para que éste se percatara de ello.
Dicho acto logro un incremente en la venta de estos 2 productos según estadísticas realizadas en ese mismo año. Pero como con el tiempo se demostró que los resultados habían sido alterados, gracias a eso se siguieron haciendo estudios, quedando demostrados recientemente que ese mensaje había alterado el comportamiento de los consumidores pero de una manera muy limitada.

A lo largo de la historia se han creado distintas publicidades con un mensaje oculto, por ejemplo:

La cerveza Heineken, que actualmente es popular por su rico y refrescante sabor, pero que en su propaganda nos presenta de una manera relativamente oculta lo que podemos interpretar como los glúteos de un cuerpo humano, esto nos lleva a pensar en un cuerpo femenino, ya que este producto es mayormente preferidos los el sexo masculino. Gracia a distintos estudios se ha demostrado que el hombre tiene como instinto natural la atracción hacia las mujeres y a las relaciones sexuales como tal.
Es por eso, que podemos entender que esta cerveza no solo busca vender su producto, si no que de una manera u otra está logrando crear una necesidad en el hombre de tener relaciones.


Otro ejemplo muy claro, son las latas pepsi, que en alguna edición eran “decoradas” con rayas azules y rojas, que supuestamente representaban luces neón en movimiento sin ningún sentido. Pero en esta imagen tenemos claramente que estas luces crean la palabra “SEX”, que traducida a nuestro idioma significa “SEXO”. Y con esto volvemos a la teoría anteriormente presentada. Las empresas conocen las necesidades y los gustos de las personas, utilizando esta sabiduría como un extenso gancho para atraer a la gente para que consuma si producto, pero de igual manera para crear en ellos una necesidad de realizar cierto acto impuesto por la empresa.




Y si queremos podemos ver de una manera más obvia todo el poder que tiene el marketing para poder convencer al consumir de utilizar el producto.

 En la actualidad, los programas de televisión, se han convertido en una propaganda obvia, ya que nos muestran marcas populares para insinuarte a comprarlas, pero gracias a esto obtenemos 2 problemáticas.
1.- El consumidor crea una dependencia en las marcas; ya que la sociedad establece que si usas determinada marca serás importante o reconocido; volviéndolo superficial y frívolo.
2.- Como sabemos la televisión se a convertido en un arma de doble filo, por que los programas ya no solo pretender divertir o entretener a la familia, si no que ahora quieren imponer su forma de actuar o de pensar, impactan tan fuertemente que logran crear una identidad de dependencia en las personas, si la televisión dice que compremos tal producto, la gente la compra, o si dice que visitemos tal lugar, la gente busca manera para visitarlo, he incluso existen personas que llegan a imitar las actitudes que se presentan en determinadas programaciones.

Todos estos ejemplo me llevan a una duda crucial, ¿La publicidad y el marketing están creando esta propaganda de una manera consiente para que la sociedad simplemente consuma su producto, o de cierta manera están abusando de su poder para lograr manejar y manipular a sus consumidores?
Claro está que no es una pregunta fácil de responder, porque existen muchísimas empresas e infinidad de propaganda y publicidad, que sería difícil poder englobar todo en un simple hecho; es por eso que creo que la sociedad debería obtener una postura un poco más consciente y autodependiente.

Las empresas tienen la facilidad de poder crear los productos que quiera y anunciarlos de la manera que quiera, pero esto sucede porque nosotros somos conformistas y aceptamos todo lo que nos mandan, no nos detenemos a pensar si realmente necesitamos dicho producto o si de verdad me hace mejor persona, simplemente creemos ciegamente en lo que la publicidad nos dice y nos dejamos engañar, y lo peor es que nos volvemos dependientes de un producto que probablemente me está haciendo daño, ya sea física, económica o sentimentalmente. Aunque no lo veamos, el producto si puede cambiar nuestra actitud, puede lograr que nos creamos superiores, incluyendo ahí un cambio en la moral.

Creo que deberíamos de pensar antes de actuar, buscar lo que realmente es bueno para nosotros. Claramente consumir los productos no es malo ni mucho menos, lo malo empieza cuando dejamos que influya en nosotros, haciéndonos cambiar de creencias, de actitud o de pensamiento. La autenticidad es algo que nunca se debe perder.


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