domingo, 12 de mayo de 2013

¿Cómo ser un experto en términos de la vida?


La mayor parte de la humanidad vive anhelando el éxito a través de la perfección.
Desde un músico con su más impecable nota, hasta un médico con un correcto diagnóstico. Todos sin excepción alguna, estamos en la constante búsqueda de la excelencia.
Pero ¿Qué pasa cuando nuestra imaginación queda limitada?, ¿En dónde quedan nuestras ideas? o ¿Por qué afirmamos que lo diferente distorsionará nuestra “apática” forma de vida?
Es muy sencillo, nos convertimos en seres frustrados llenos de desconfianza y con múltiples temores.
En la actualidad, estamos inmersos en una realidad competente, en la que tomar un riesgo para innovar podría resultar peligroso o en otro caso majestuoso. Esto dependerá únicamente de nosotros mismos y de qué tan capaces seamos para dejar a un lado la semejanza y marcar al mundo con una nueva esencia.
La creatividad es una herramienta con la que todos contamos, pero muy pocos sabemos explotarla. Este proceso creado por la mente va más allá de la acción e implica el estudio y la reflexión como base de toda creación. Ponerla en marcha quizás no sea una tarea sencilla, pero debemos recordar que la práctica hace al maestro.
Con pequeños pasos, se puede alcanzar lo imposible, no debemos frustrarnos si las cosas fallan porque con ese error adquiriremos el conocimiento necesario para mejorar más adelante. Tomen nota, el fracaso no es fatal.
El miedo a fracasar inunda cada parte de nuestro ser y preferimos  conservar una idea aunque seamos infelices. Posiblemente los daños no sean notorios, pero en un futuro no sabremos cómo actuar o inclusive cómo defendernos, ya que siempre fuimos dependientes de la percepción del otro privándonos de nuestra racionalidad.
Un tema que vale la pena resaltar es la experiencia. El hecho de haber presenciado, sentido o conocido algo, nos da ventaja sobre los demás. En el sentido de que no sólo fuimos espectadores del acontecimiento, sino actores dentro del núcleo en el que se desarrolló la historia.
No se debe dudar en romper con los esquemas, en probar, en experimentar, en conocer, todo cambia nada es permanente. Todo se rige por medio de ciclos, unos se abren otros se cierran, pero siempre habrá una oportunidad más para volver a comenzar.
De ahora en adelante considerémonos como simples exploradores, que van de aquí  a allá con pasos firmes, con un objetivo en mente y tomemos los riesgos que sean necesarios.
La inteligencia no se mide con una calificación, ser inteligente es saber tomar las mejores decisiones en el trayecto de la vida.

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