La defensa de los Derechos de la Audiencia en América Latina

La existencia del OMBUDSMAN.

"Hay necesidad de una protección externa de la profesión".

Actualmente lo que se busca es promover información de calidad, y la autorregulación es la forma más idónea de protección. El público exije temas relevantes, los medios rechazan las criticas porque no hay una cultura de autocrítica profesional, el público, además, tiene expectativas en los medios.

Existen los Mecanismos de Autorregulación tales como el Consejo de Prensa, o los códigos de ética profesional, éstos a su vez se dividen en Participación Ciudadana e Internos, en los primeros se encuentran los Observatorios y la Participación como tal, y en los segundos las cartas a lectores, libros y guías.

Es aquí donde surge la necesidad de un defensor de audiencia, el cual reclama para su existencia la participación del público, recibe e investiga las quejas de los consumidores, recomendando respuestas.
Es un intermediario entre los receptores y emisores de un medio, quita las barreras necesarias para un intercambio productivo.

Representa a los lectores con inquietudes, siendo un crítico interno del mensaje. Su función principal es servir con eficacia al ciudadano, anima a defender sus derechos, trata de alcanzar la perfección profesional.
Es un promotor externo de la opinión pública, además que debe conocer el trabajo periodístico.

Ayuda a explicar el proceso de recopilación de noticias, y crea un vínculo de confianza con la audiencia.
La función de defensor nunca es bien recibida por empresas y periodistas, debe contar con un amplio respaldo y apoyo por parte de la dirección del medio.
La ONU dice:  "Mejora la calidad informática, canaliza quejas, puede encontrar respuestas de periodistas que se rehusan a contestarle a los lectores".